Terapia visual comportamental

Es el arte de ordenar las condiciones para que el paciente se dé cuenta de nuevas relaciones en su campo visual y a través de estas nuevas relaciones aprenda a utilizar los procesos que le permitan extraer mayor cantidad de información. Supone un trabajo a nivel neurológico. Este tratamiento consiste normalmente en sesiones semanales de 45 minutos, mínimo durante 6 meses, después de los cuales se realiza una nueva evaluación.

 

El objetivo de la Terapia visual es que el lóbulo frontal quede libre, para que las personas puedan trabajar mejor y con menos esfuerzo para que pueda pensar.

Los movimientos oculomotores durante la lectura han de ser automáticos para poder comprender lo que leemos.

El concepto de Terapia Visual que entendemos como Optometristas Comportamentales va mucho más allá de lo que pudiera imaginarse como “gimnasia para los ojos”. Es un concepto global.

 

En función de los resultados obtenidos en la evaluación Optométrica, de eficacia visual, procesamiento de la información visual y de las necesidades escolares, académicas, laborales o de ocio del paciente, el optometrista prepara un programa personalizado de ejercicios orientado a desarrollar y potenciar al máximo las habilidades  visuales y la integración de dichas habilidades con el resto de los sentidos: auditivo, equilibrio, ritmo… de manera que conseguimos cambiar la manera de utilizar el sistema visual y en consecuencia mejoramos el rendimiento escolar/laboral, deportivo además de eliminar o reducir los síntomas que presenta inicialmente el paciente. Es decir, creamos nuevas conexiones neuronales, creamos una nueva manera de mirar.

 

Al finalizar el programa, a través de la repetición de dichos ejercicios, habremos conseguido automatizar e integrar dichos cambios y estos formarán parte ya del paciente sin que tenga que hacer esfuerzo para mantenerlos y sin miedo a que los problemas vuelvan a aparecer.

 

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